sábado, 3 de diciembre de 2011

La nueva educación para la sociedad del conocimiento

Javier Martínez Aldanondo, especialista en educación, se pregunta en este artículo si lo que se enseña a los jóvenes es realmente lo que van a necesitar en sus vidas. Y como si este cuestionamiento fuera poco, también pone en entredicho la metodología de enseñanza actual; el cómo se trata de que los alumnos aprendan.
El punto de partida –y he aquí el espíritu de su propuesta innovadora- es que el mundo real es muchísimo más complejo. “La educación, señala Martínez, no consiste en aprobar asignaturas ni ocurre dentro de los muros de una escuela. El conocimiento necesario para sobrevivir en el mundo actual es tácito y se obtiene mediante la experiencia y la práctica, en la vida diaria y por regla general sin conciencia alguna de que se adquiere”. Basado en esta premisa asegura que existe una absoluta desconexión entre la formación recibida en las aulas y su correspondiente desempeño en el puesto de trabajo.
La propuesta, en términos muy generales es: Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciendo. Porque lo que se memoriza se olvida y sobre todo, si lo que se aprende no proviene de la experiencia propia, no se aprende y se olvida rápidamente. Para el autor, la máxima en la escuela debería ser: “tú practica y cuando te equivoques nosotros te ayudaremos”.
Observaciones: el origen del artículo está en un hecho concreto. Sin embargo las soluciones que se proponen al problema son de índole muy general y un tanto difíciles de visualizar de cara al sistema educativo actual.

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